sábado, 15 de octubre de 2005

Strogonoff

Anoche me invitó mi amigo Martin a su casa.
Me emocioné tanto contándole mis progresos en lengua china (vamos, que ya sé contar hasta 100 y saludar!) y demás curiosidades de la tierra de Confucio que se me olvidó que el motivo por el que me invitó a su casa era para cenar. Y en esto que con su conquistador tono de guiri va y me suelta:
-Te voy a hacer un Strogonoff.
Ay, que sofoco me entró creyendo que se trataba de una proposición deshonesta! Pero no. Ante mi frustración comprobé que se trataba de la cena que me iba a preparar; plato soviético consistente en lomo, nata, arroz, ajo, vino blanco, pimentón y cebollita picá de toda la vida; pero es que mi amigo Martin es así de cosmpolita él.
Ni que decir tiene que el plato me supo a gloria bendita.
Estaban emitiendo por Tele-5 la final de la cuarta temporada de O.T, temporada por cierto, que ni siquiera he seguido; sólo sé de la existencia de una chica a la que quieren convertir en la Kylie española (y futura diva gay, me imagino), una cacereña muy guapa y un niño canario con cara de anfibio (que según me comentaba repetidamente y al borde del delirio mi amigo Martin, cantaba en un inglés tan perfecto que parecía oriundo de las Islas del fish & chips).
Todavía no ha tenido mi amigo Martin tiempo para ver el dvd que le regalé hace un mes: "Descongélate"; que estoy completamente seguro de que le va a encantar. Él es super-fan de Loles León desde que la descubrió en la cañí "Aquí no hay quien viva"; y en el film "Descongélate" la musa de la Barceloneta se despacha agusto con su sempiterno papel de marujona chabacana y mezucona, pero que borda a la perfección (no creo que le cueste demasiado meterse en esos personajes, la verdad). Otro aspecto que le va a resultar muy interesante es la localización de la historia, puesto que mi amigo Martin es muy de averiguar en qué zona de Madrid se desarrolla tal escena o cual otra, y en esta peli el barrio de Lavapiés es otro protagonista de excepción. Otros detalles como la presencia de la gran Roberta Marrero, las referencias super-kitsch de Bollywood o la banda sonora a cargo de Alaska, no creo que los pase en alto.

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