miércoles, 29 de noviembre de 2006

El Hola! nos encanta


Hoy he destinado mi presupuesto mañanero para la Coca-Cola y croissant del desayuno por el ¡Hola!, ante la impactante portada: Tamara Falcó y Ana Boyer en exclusiva.
A ambas se las considera dignas sucesoras del glamour de su madre, y entre flashes, estilismos y postureo en la casa familiar, nos hacen un exhaustivo y concienzudo análisis de sí mismas.

La atención se centra especialmente sobre Ana, que esta semana realizó su debut en sociedad, en la fiesta de los Premios Prix de la Moda, a la que también acudieron Claudia, Karl, Boris, Pau, Judith, Antonia y la nietísima (cuando uno es una celebrity, sobran los apellidos).
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A Ana se le dedican perlas como que dotada de una madurez asombrosa para su edad, lleva grabado en su código genético el estilo de su madre y la cabeza privilegiada de su padre, haciendo de ella un cóctel explosivo (sic).
Con Tamara, como no podía ser de otro modo, tiran por lo frívolo: posa como nadie...los flashes han formado desde siempre parte de su vida...enamora a la cámara y ella lo sabe.
Para contrarrestar tanto petardeo, posan en la biblioteca familiar ante una ingente cantidad de libros y lo más llamativo: todos marcados, usados, vividos, leídos y releídos. Importancia que yo remarco: saber que no son libros de atrezzo resulta muy reconfortante.

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En páginas posteriores sale la Preysler mostrándonos su clase por gentileza de Adobe Photoshop para un anuncio de alta joyería.


Y qué me decís de esta pareja...aaaagggg!


Él con su aspecto de engendro asexuado y ella, con su barroquismo decadente y colifloresco, ponen los pelos como escarpias a todo el personal.

La pregunta evidente: ¿Se travestirá él de ella en la intimidad de la alcoba? ¿Hay realmente intimidad en esa alcoba? Glups!

Y para rematar, el huracán mexicano:


¿Ha habido alguna vez un ejemplo más gráfico de la expresión "hacer el indio"?

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Isabel de Báthory

Esta dama de rostro angelical no es otra que la Condesa de Báthory, perteneciente a una de las familias más adineradas e influentes de la Hungría del s. XVI.
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Hungría se hallaba ocupada en gran parte por los turcos, y esto ocasionó que el país estuviese sumido en continuas guerras y en un aislamiento oscuro y salvaje.
Isabel de Báthory se crió en la rama más extravagante de los Báthory, repleta de locos y tarados como consecuencia de los matrimonios consanguíneos.
Desde siempre, Isabel dió muestras de crueldad, pero tras quedarse viuda daría rienda suelta a su psicopatía en estado puro.
Como esta noble dama, aparte de estar como un cencerro, también le daba al rollo bollo, desataba sus instintos más sádicos y sanguinarios con cualquier doncella, sirvienta, campesina o similar que se cruzase en su camino.
La razón de toda esta brutalidad era que quería mantenerse joven a cualquier precio, y por ello, tras disfrutar de estas sesiones de sadismo, se entregaba a darse baños rejuvenecedores con sangre de las víctimas.
En principio, esta psicópata sólo elegía a sus víctimas entre siervas y campesinas, por lo que sus desvaríos se mantuvieron en secreto, pero las alarmas se dispararon cuando empezó a raptar también a jóvenes de familias nobiliarias.
Tras juzgarla, fue condenada a morir emparedada en su propio dormitorio, donde tras cuatro años, murió de frío y hambre alimentándose de la escasa comida que le hacían llegar por un mínimo ventanuco.
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Hay que ver a lo que llegan algunas por mantenerse jóvenes. Gracias a Dios la cosmética y la cirugía han avanzado tanto como para no tener que llegar a soluciones tan drásticas e ineficaces como las de la señora Condesa.
Me imagino que de haber nacido en nuestros días, Isabel de Báthory sería una desequilibrada adicta al bisturí, una suerte de esperpento botoxomizado habitual de la prensa rosa que haría las delicias de cualquier mitómano freaky que se precie. Pero nació en un contexto bien distinto, para desgracia de sus víctimas y de ella misma.

Cutre reconstrucción de la Báthory del s.XXI


Está claro que somos producto de nuestro tiempo.

miércoles, 8 de noviembre de 2006

El secreto a voces.

A veces, de la manera más inocente, se pueden llegar a descubrir "secretos" inconfesables, aunque esos secretos, ya todo el mundo los conociese.
Oscuro, raro y sórdido.
Y hasta aquí puedo leer, como decía Mayra Gómez Kemp.
Bueno, espero que el hipotético traumatismo de fémur, tibia o peroné no llegue a hacerse real.
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