Carta a la Señá Benina

Señá Benina, le escribo estas líneas desde el olivar en el que estoy espantando a los cuervos...

Mondo cane

Hoy he salido a trotar por el parque cercano a mi casa como tantas otras mañanas. Y como tantas otras mañanas me he vuelto a encontrar esto por el camino:

esto otro....y un sinfín de esquinas enguarradas a cual más asquerosa.

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Al llegar al parque lo peor estaba por llegar : cientos de mierdas de chuchos enmoquetando literalmente el parque; con lo que despegar la vista del suelo puede resultar una osadía peligrosa... so pena de enmierdarte hasta el tobillo.

Con mi zapatilla incluída para que comprobéis el tamaño de algunos truños.

Tal vez sea que los dueños de estos chuchos están mal de la vista y no se percatan de los anuncios que a cada 15 m. advierten de la prohibición....

El colmo de lo grotesco....

Ah, no! Tal vez no estén mal de la vista, tal vez es que se pasan por el forro tales advertencias porque ante todo y por encima de todo está SU amiguito de cuatro patas.

Esa y no otra es la razón por lo que sus chuchos tienen el derecho de campar a sus anchas por cualquier sitio, prevaleciendo ese derecho sobre el de las personas que no tenemos porqué aguantar estas compañías indeseables.

-"si no hacen nada, no tengas miedo"- repiten incansablemente una y otra vez algunos de estos insufribles dueños.

-Si ya sé que no me va a hacer nada, señora, simplemente que me da ASCO que su chucho se me acerque, con el hocico moqueante y lleno de babas tras haber olisqueado los culos, cacas y meados de media ciudad. Es muy sencillo.

¿¡¿Tan difícil es de entender algo tan simple, señores dueños?!?

Dos perritos en una entrañable actitud típica de olerse el culo cagado.

-"Es que el cariño que te da un perro no te lo da un humano"- repiten como autómatas otros en una frase que a mi entender encierra una peligrosa tendencia zoofílica.
Cada vez que oigo una perla semejante no puedo si no sentir lástima de quien la dice. Con qué clase de gentuza mala se habrá tenido que juntar una persona para preferir a un bicho peludo de cuatro patas antes que a una persona. Qué quieres que te diga, hasta la fecha, prefiero el cariño y la compañía de mis congéneres los humanos.

¿Alguien puede no sentir repugnancia ante una imagen semejante?

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Y es que no sé porqué se da con frecuencia el hecho de que estos exaltados amantes de los animales tratan a los animales como personas y a las personas como animales, verdad Brigitte?

Aquí la tenemos, capaz de movilizar a todo un país por el derecho de los animales, pero que si por ella fuera expulsaría a todos los no-franceses de su país.

Todo un ejemplo de bondad el de esta tipa.

Voto por que todos estos exaltados amantes de los animales que los anteponen sin el más mínimo rubor a las personas, se vayan a vivir a la selva. Allí estarían encantados de convivir rodeados de animales por doquier. De verdad, que se vayan ... y que se queden allí y no vuelvan. Creo que saldríamos ganando todos; tanto ellos rodeados de bichos todo el día como los que creemos que la civilización está hecha por y para las personas.

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En fin, espero que nadie se sienta ofendido, pero es que ya somos muchos los que estamos hartos de esta tolerancia y permisividad absoluta (y avasalladora) con los perros. Sí, muy hartos de los perritos y de muchos de sus dueños.

La Navidad ha llegado a Mi Calle de Alcalá

Este año, por primera vez, he adornado mi casa de Mi Calle de Alcalá con un toque navideño.
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La puerta de la entrada con flores de Pascua made in Taiwán.

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No soy yo mucho de Navidades, la verdad sea de decir. Es más, incluso me produce un cierto rechazo provocado por ese exceso de edulcorante sentimental y sensiblería babosa con la que vienen equipadas estas fechas.

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La entrada, de un lumirama brillantoso...

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La misma entrada, con un toque de elegancia Ferrero Rocher.

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Y ese excaseo en el comer, en el comprar, en el regalar y en el gastar... justo cuando los más necesitados pasan más frío y se sienten más solos. Vamos que no. Que estas fechas se han distorsionado de mala manera, en gran medida por culpa de la hortera y consumista cultura anglosajona, a la que detesto profundamente.

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Hasta la deidad se ha engalanado de azul pavo y oro inca.

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El cesto de caramelos de azul y dorado, haciendo juego con los colores del comedor.

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Pero ea, aunque sea por poner mi casa ex profeso para una foto de corte temático, que siempre queda muy estético en un álbum.

Y como colofón final el árbol; más rebonito que tó las cosas, comprado en el chino de abajo por un precio irrisorio. Tres piezas que se ensamblan y equipado con ramas de alambre desplegables móviles.

Un abeto de 1,70 por 12 €, oiga! Decoración por gentileza del mismo chino por 4 € más.