Las mujeres típicas de La Paz son las cholitas, denominación que procede de la palabra castellana chula= presumida, coqueta.
Tienda de faldas de brillantes materiales sintéticos...
El bombín fue copiado de los trabajadores e ingenieros británicos que fueron allá a principios de siglo pasado para construir los primeros ferrocarriles. De esa mezcla tan atemporal y surrealista surge la indumentaria tan pintoresca de estas mujeres bolivianas.
Siguiendo con más mezclas imposibles: las iglesias tienen una decoración en las fachadas que nos remontan a la época precolombina; pareciendo más ornamentos de una pirámide indígena que de una iglesia católica.
Y ya el colmo de los colmos: la mezcolanza religiosa.
Como vestigio de una divinidad ancestral, actualmente se venera a un espíritu relacionado con la agricultura: la Pachamama. El espíritu Pachamama, madre tierra.
También elaboran mesas de ofrendas con caramelos y dulces con formas de aquello que se desea (dulces con formas de casa, coches, animales domésticos…) para ser quemado a las 00:00 de la noche.
Mesa de ofrenda con aquello que se anhela: trabajo en la mina (el muñeco empujando el carrito) y suerte en el negocio (caramelo con forma de máquina registradora).
..El Ekeko, siempre feliz...
No nos dio el mal de altura a pesar de ser una ciudad construida a 3.000 y pico metros de altura…eso sí, la coca estaba al orden del día. Me refiero a las hojas de coca, de las que había infusiones por doquier. Estas hojas también se emplean para predecir el futuro por unos brujos expertos, los yatiri.
Una ciudad como veis, exótica y guarripeich, interesante desde un punto de vista antropológico y curiosa desde el estético.
Vendedor ambulante de jugos: agua con un durazno sumergido...
Disfraces para Carnaval o Diabladas.
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Balcón de madera profusamente decorado al estilo criollo.
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Estampado autóctono.