Le Dèpot

El jueves decidí salir de zorreo yo solo tras dejar convenientemente a Star durmiendo en el hotel.

Encaminé mis pasos hacia la discoteca Le Dèpot de la que me había hablado mi amigo francés Alex, situada en rue Aux Ors a pocos minutos de la Plaza de la Republique, donde teníamos el hotel (que más que un hotel de 3 estrellas parecía un hostal español de estrella y media).

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Cual fue mi sorpresa al llegar allí al ver que Le Dèpot no se trataba de una discoteca, sino de un local de cancaneo!! Ayns...

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Trapicheos, postureo y vicio en la oscuridad de Le Dèpot...

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El local en cuestión tenía aspecto de gruta en penumbra, con largos pasillos apenas iluminados con una tenue luz roja, con cabinas dispuestas a modo de mazmorras, cuartos oscuros y repleto de pantallas en las que emitían sin cesar videos X.

La verdad es que el ambiente no me fue propicio para enrollarme con nadie, porque uno es muy escrupuloso, oiga; de modo que estuve observando...

1) En aquel sórdido lugar también había españoles.

2) En uno de los cuartos de baño había un lavabo donde sin ningún rubor, los chicos lavaban con toda naturalidad su miembro (qué limpios son los franceses)

3) El momento álgido llegó cuando el dj decidió pinchar una rumba house, y todos empezaron a emular a un bailaor (especialmente un bailarín divine que me encontré la noche siguiente), haciendo subir la temperatura del local algunos grados.

4) Los garitos franceses cuentan con una información detallada y muy rigurosa de las drogas que se pueden combinar y las que cuya mezcla pueden llegar a ser mortal. Cosa que hasta ahora no he visto en España.

5) Los dispensores de preservativos y lubricantes son totalmente gratuítos y se hallan por todo el local.

Tras brujulear por allí durante algunas horas, regresé al hotel para levantarme muy tempranito y proseguir nuestro tour por París.