Maruja y teleadicto

Pues sí. Maruja y teleadicto. Lo primero lo he sido siempre, y en cuanto a lo segundo...siempre he mostrado una ligerísima tendencia. Pero mi situación de desempleado ha potenciado ambas características hasta extremos insospechados.

Me estoy convirtiendo en la señora de mi casa, ordenando, lavando, limpiando, barriendo y fregando cada rincón del piso; acudiendo a inauguraciones de tiendas y departiendo con las dicharacheras señoras del ambulatorio (sic).

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También me estoy convirtiendo en una esponja catódica que absorve todas las proyecciones audiovisuales que emanan de la caja tonta y que, desde las 12:00 p.m hasta bien pasadas las 03:00 a.m me mantienen enganchado a debates de operación de desmantelamiento de una trama corrupta de una población malagueña, infidelidades del esposo de la ex-diva del Telecupón con la esposa recién separada del presunto maltratador, que es ex-esposo a su vez de la difunta madre de dos hermanos toreros, uno de los cuales tomó la alternativa y que se rumoreaba su romance con una actriz española ex del actor norteamericano que acaba de presentar a su hija en sociedad, mientras que el otro hermano torero afianza su amor con la mismísima prima de su ex-mujer, que ahora anda con el hijo de la malograda directora de cine; enganchado también a telenovelas españolas sobre una fea clónica de una maravillosa fea colombiana, siguiendo los vaivenes de una panda de oligofrénicos encerrados en una casa con cámaras, divirtiéndome con el sufrido reto de las pedorras con aspiraciones a top-models, y resolviendo los "complejos" pasatiempos que aparecen en el fraudulento Canal 7, propiedad del actual amor de una vedette española.

Bueno, si padecéis el mismo mal adictivo que me aqueja, sabréis perfectamente el nombre de todos aquellos a los que he mencionado.

No me defraudeis!!