Inventos folklóricos

Esta Semana Santa he estado en mi ciudad natal, Plasencia.
No soy yo muy amigo de las procesiones; me resultan tétricas: esos cofrades vestidos con capuchones, las velas, las imágenes de Jesucristo torturado y de la Virgen llorando…y definitivamente, lo que me pone los pelos como escarpias, es la banda sonora original a base de trompetillas desafinadas y un tambor machacón que marca el ritmo de toda la procesión….uf!

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Este año Arturito (o Dévora Star) no ha puesto el toque folklórico marcándose ninguna saeta desde su balcón, detalle entre otras cosas, más propio del sur que de la zona norte de Extremadura, cuya estética y estilo está más vinculado a la sobriedad castellana.

Bueno, hablando de folklorismos, por lo visto este año se han sacado de la manga un nuevo paso que imita descaradamente el estilo de las procesiones andaluzas: una virgen bajo palio, recargadísima hasta los topes de flores y de cirios. El silencio habitual que preside este tipo de actos se transforma de repente en esta procesión en un jolgorio donde la gente piropea a la virgen (¿?) a su paso arrojan pétalos desde los balcones y los que llevan el paso empiezan a tocar unos cascabeles por si no hay suficiente jaleo…vamos, que eso más que una procesión parece un simulacro panderetero para turistas extranjeros.
Lo que no entiendo es cómo el público sabe de antemano cómo debe actuar en esta nueva procesión. No sé, alomejor han repartido panfletos explicativos minutos antes de la salida de esta virgen, porque si no, no me lo explico.

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Bueno a ver si el año que viene, para hacer las delicias de los guiris, no se les ocurre a los cofrades sustituir el manto de la Virgen por un traje con volantes y el tambor de marras por una guitarra flamenca.

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La sevillana Virgen de la Hermandad de Triana, creando tendencia por toda la geografía española.