
Atrás queda la aviación clásica de bellas azafatas, donde la clase y el estilo eran las marcas de la casa.
Atrás queda la aviación de siempre, la de suculentos salarios, hoteles de lujo y viajes alrededor del mundo.
Hoy el glamour, se viste de luto.
Aircomet ha muerto.
¡¡Viva Aircomet!!