Así que Gunillo, ocioso (¡aún!) por imperativo laboral y amante de cualquier novedad se encaminó hacia allí en cuanto pudo.
Madre mía, ¡aquello era como teletransportarse y hacer la compra en Shanghay! En efecto, allí todo era chino, ¡hasta la clientela!
Atraído por la tipografía china y los colorines de los envases, comencé mi compulsiva compra sin llegar a comprender del todo lo que estaba comprando. Me daba igual, era todo tan mono....y tan barato!

la lista incluye entre otros:
-doufude niunai
-vinagre de arroz
--tallarines de batata con salsa picante,
-tallarines de pollo de Zhedong
-tofu blando (en plan queso)
-pescado frito con alubia negra
-galletas de sésamo
-chop suey vegetal
-gluten frito con cacahuetes
Pero los que más me gustaron son:

sopa tonificante "10 tesoros" con brotes, raíces y tropezones de misteriosa procedencia. ................................................

cajitas de té de seis sabores: jazmín, té verde, té negro, tikuan yin, oolong y sow mee ?¡¿, (a saber...)
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aperitivos con sabor a camarón (y no haré ningún chistecito soez)
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gominolas de mora y melocotón
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y esto, que no sé qué es...
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y lo mejor: vine cargado cuan mula de punta a punta de Madrid por tan sólo 18 €!