miércoles, 7 de septiembre de 2011

La noche de la plebe quiero y no puedo.


Muchas son las jornadas tontas que se celebran en esta ciudad a veces tonta: La Noche en Blanco, por ejemplo, donde la muchedumbre abarrota por una sola noche los museos y salas de exposiciones que no osan pisar el resto del año por falta de interés o brutalidad.
Pero la noche de hoy supera con creces cualquier memez imaginada.
Esta noche se celebra en Madrid el Fashion´s Night Out, un término muy anglosajón de decir Noche de Puertas Abiertas de la Moda.
Aunque yo no la llamaría ni de una manera ni de otra. Yo la rebautizaría directamente como la Noche de la Plebe del quiero y no puedo.
Esta noche permanecerán abiertas al pueblo llano las más exclusivas firmas de moda para que entren, se tomen una copa y puedan contemplar y no tocar, trapitos y complementos cuyo precio inaccesible juntaría varias nóminas de cualquiera de nosotros. En eso consiste esta noche.
Muchedumbre haciendo cola en Chanel para ver lo que pueden ver cualquier otro día sin hacer cola.

Para acompañar a este ejercicio de vanalidad suma, los visitantes suelen ir de punta en blanco y algunos incluso llevan como distintivo algún producto de estas marcas (-"ya que me ha costado tres nóminas déjame que lo luzca"- dice Mari Pili). Vamos, glamour en estado puro.
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Si estas tiendas ya están abiertas en horario comercial durante todo el año, ¿a qué cuento se elige un día para una jornada de puertas abiertas? ¿Acaso rebajan los precios? ¿Acaso hay material nuevo accesible al gran público? ¿O el único aliciente es la copa de champagne?
Y a todo esto ¿Qué podrá pensar la élite que habitualmente es afín a esas marcas ante esta espeluznante jornada de puertas abiertas al vulgo vil?

sábado, 3 de septiembre de 2011

Viajes estéticos

Gunilleando por mi bullicioso barrio, he dado esta mañana con una curiosa promoción de viajes a hispanoamérica: los viajes estéticos.

Jalonado con imágenes de resultados quirúrgicos, la promoción asegura unos espectaculares resutados a un precio más que razonable: aproximadamente la mitad de lo que la misma intervención podría costar en España.

Los destinos más comunes para hacerse los retoques son Cali (Colombia), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Buenos Aires y Sao Paulo.

Una bella miss boliviana retocada.

¡Pero que no se diga que estos viajes son una pura frivolidad y que se cruza el charco para ver tan sólo una fría sala de operaciones, que también hay sitio para la cultura!

Así tenemos por ejemplo viajes a Santa Cruz de la Sierra (ay! mi Viru-Viru) donde en el mismo pack aparte de rinoplastias, pómulos, estiramientos y/o cualquier otro retoque va incluído un tour por la ciudad vieja, el Parque Histórico Natural y demás paisaje amazónico.

La pregunta que me asalta es la siguiente: ¿se hace turismo antes de que te metan el bisturí o después?

Porque si vas antes, con el ansia y con los nervios preoperatorios no creo que uno vaya a prestar mucha atención al retablo barroco de la Iglesia de Guapapachinabo o a la densa vegetación selvática del territorio federal de Guayachinqué, pongo por caso.

Ahora, que si vas después de la operación, cualquiera se atreve a ir lleno de vendas a visitar las momias precolombinas en Chichicanchiguano...los gritos de susto de más de un turista están asegurados.

Dos bellas turistas recién vendadas...o momias. No me queda claro.