Simplemente penoso.
A estas alturas de la vida tiene esta mujer que recurrir a samplear de un modo tan burdo y descarado a los fabulosos ABBA?
La Madonna de los 80, irreverente, atrevida, polémica, siempre fresca (en todos los sentidos) ha dado paso a una caricatura de sí misma, un producto más de mercadotecnia, destinado únicamente a resultar llamativo a toda costa: ahora con el rollo kábalah, ahora con la estética hindú, más tarde con lo japonés, después se decanta por el estilo cow-boy de la América profunda, luego con el militar-chic... consiguiendo en cada "reencarnación" lo que parecía imposible: resultar cada vez más y más patética. ¿A quién logra convencer?
Pues a un nutrido grupo de fans totalmente incondicionales, que con absoluta devoción ha venido siguiendo su (decadente) evolución a lo largo de estos últimos 20 años y pico... bueno, eso, y a un público poco exigente, capaz de tragarse cualquier producto de marketing, tan pretencioso por fuera como hueco por dentro.
Ahora le ha tocado el turno a ABBA, grupo mítico que no precisa de la intervención de la Ciccone para ser reivindicado; y pretenderá hacernos creer que ha sido ella la que lo ha puesto de moda. Porque ésa es otra:Madonna se apunta al carro de las tendencias emergentes cuando ya son moda, y nos lo venden como si fuera ella la que crea esa moda.
Mira monina: la estética oriental fue algo recurrente en los videoclips de mediados de los 90, tú no inventaste nada; los sombreros vaqueros ya los llevaba una tal Marta Sánchez (ella sí que ha aprendido a cantar en estos últimos 20 años y pico) meses antes de que tú te disfrazaras de cateta de Arizona, y en cuanto al militar-chic...je,je,je! ya se empezaba a retirar de los escaparates de Milán por la falta de aceptación popular ante la guerra de Irak cuando se te ocurrió sacar un vídeo de contenido bélico que acabaron censurándote y nadie pudo ver; te salió eltiro por la culata, bonita.
Bueno, ya está, que a todo esto se me ha pegao el arroz que tenía en el fuego por escuchar una canción por lo que único que destaca es por la falta absoluta de originalidad.
Ale, Adios!
