Raffaella Carrà

Esta boloñesa encarna la imagen de la show-woman por antonomasia.
Sus primeros pinitos en el mundo del espectáculo como modelo y actriz se remontan a los primeros 60 en su Italia natal. En los 70 y 80 dio su gran salto intercontinental. Doquiera que iba se multiplicaban las galas, los conciertos multitudinarios y los discos de platino versionando sus grandes éxitos musicales italianos en español, francés, inglés, alemán e incluso en griego.
Aterrizó en España en 1976. Con temas desenfadados, unos estribillos pegadizos y unas espectaculares puestas en escena por los platós de TVE se ganó el corazón de millones de españoles, alcanzando los puestos más elevados en las listas de ventas durantes años. Su simpatía, desparpajo y amor por todo lo español la han convertido desde entonces en una embajadora sin excepción entre España e Italia.
En los 90 retomó su faceta de presentadora, logrando audiencias millonarias todos y cada uno de sus programas en la franja prime-time.
Parodiada hasta la saciedad, imitada pero nunca igualada (aunque la argentina Susana Jiménez se empeñe) Raffaella Carrà ha logrado convertirse en toda una diva. La Diva.

La gran Raffaella sigue sirviendo de referente estético hoy en día.