lunes, 26 de diciembre de 2005

Brujuleando por Europa del Este...

Tengo que llamar a Sylwia para preguntarle qué tal está pasando estas Navidades en Mędrzechów. No; no es que se me haya caído algo encima del teclado y se hallan pulsado las teclas solas: esta palabra impronunciable es el nombre de su pueblo natal, en la región de Cracovia, aunque no estoy seguro de haberlo escrito correctamente. A todos nos resulta más fácil llamarlo Buitrosky de Polonia, como lo bautizó en su día Martin.

Los pinitos de Sylwia como guía turística hace 2 semanas, han sido todo un derroche de gracia polaca. Por lo visto tenía que hablar de unas colinas próximas a la ciudad de Viena, y por unos problemillas sin importancia de última hora, no pudo preparar la explicación; (esos problemillas de última hora eran, por ejemplo, que no tenía ni repajolera idea de dónde coño estaban esas absurdas colinas que sólo al director de la excursión parecían interesarle).
Así que armada de valor, y con las tablas propias de toda una vedette, cogió el micrófono, dio unos golpecillos para asegurarse de que todo el mundo podía oírla y con una resplandeciente sonrisa soltó a bocajarro:
-“Buenos días, señoras y señores, les habla Sylwia, espero que disfruten del viaje y que sea lo más placentero posible; informarles que el uso del baño está restringido, si no hay más preguntas muchas gracias por su atención y buenos días”.
Y cerrando el micrófono, se sentó dignamente entre los aplausos de una multitud complacida con los buenos modales de una azafata tan dicharachera.

Me ha prometido Sylwia, que este año estudiará un poco más los mapas, las rutas y sobretodo los accidentes geográficos para que el próximo viajecito no resulte tan accidentado.



Ante una encrucijada, nada mejor que el buen humor para salir siempre airoso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

VIVAN LAS GUIAS TURISTICAS POLACAS!!
Qué gran sentido del humor tiene tu amiguita la polaca!! Tengo que reconocer que es toda una reina por esa frase célebre: "el uso de los baños está restringido". Es genial.
Y VIVAN LOS MONTES DE NOMBRES IMPRONUNCIABLES!!

Gunillo dijo...

Uy, calla, que me ha contado la segubda parte de su viaje: la temida vuelta...y su intervención fué digna del Larousse