Hoy, día de navidad, sigo con una temperatura de lo más agradable: oscilando entre los 18º y 12º. Acostumbrado a los rigores del invierno madrileño, este clima se me antoja casi primaveral.
Cada vez que vengo a esta ciudad la encuentro distinta, pero siempre para mejor: nuevos jardines, nuevas calles peatonales, nuevos centros comerciales, nuevos restaurantes, nuevos hoteles y sobretodo nuevas tiendas del grupo Inditex! (Acabo de descubrir una nueva ramificación en la comercial calle Juan Flórez: Zara Home Kids, un intento de rizar el rizo: ropa de hogar destinada exclusivamente a los infantes!).
La única pega a tanto afán de innovación y remodelación es el nuevo Centro de Ocio "El Puerto" que han inaugurado a finales del verano en el puerto y que no parece haber sido del agrado de nadie. Es una construcción que engloba cadenas de alimentación y macrosalas de cine. El proyecto llevado a cabo por Portela-Ricardo Bofill es un armatoste de cemento armado, un pastiche que se da de tortas con el conjunto arquitectónico de la zona, en pleno centro de la ciudad, dominado por las típicas Galerías, (balconadas corridas y acristaladas) de estilo modernista.
El interior es tan anodino como el exterior: un cubo industrial en el que a un lado y a otro aparecen franquicias de restaurantes de comida rápida. Él único establecimiento digno de mención es un japonés, que dicho sea de paso, es el único restaurante de todo el conjunto que goza de vistas al mar.
Beby me ha comentado otro aspecto muy negativo del Centro de Ocio "El Puerto": un público mayoritariamente formado por Maria Vanessas y Jóses Nenos, directamente llegados de la periferia en sus coches tuneaos, y envueltos en kilos y kilos de colorao (gracias Jana por iluminarnos en el léxico bajuno). En fin...
El mazacote "Ala de Gaviota", un auténtico homenaje al hormigón de toda la vida.
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